Este domingo 30 de octubre más de 156 millones de brasileros y brasileras estaban llamadas a las urnas para elegir a su nuevo presidente. En unas elecciones históricas para Brasil, América Latina y el mundo, el candidato de la izquierda Luis Ignacio Lula da Silva se ha impuesto con un 50,90% de los votos sobre el 49,10% del candidato ultraderechista Jair Bolsonaro, actual presidente de Brasil tras el proceso de lawfare llevado a cabo por las élites contra Dilma Rousseff en 2016 y contra el propio Lula en 2018.
Estas elecciones se han dado en un contexto de enorme polarización, tras una primera vuelta que dio la victoria a Lula por más de 5 puntos y una campaña marcada por la violencia política, el miedo y las mentiras del bolsonarismo. También por las amenazas del propio Bolsonaro acerca de no reconocer los resultados y la incertidumbre sobre su intentona golpista.
Con esta victoria concluyen los cuatro años de gobierno neoliberal, reaccionario, corrupto y ecocida de Bolsonaro. Cuatro años nefastos para las mayorías sociales brasileras, que han sufrido en carne propia las consecuencias del aumento de la violencia y la desigualdad, el recorte de derechos y la desprotección generadas por sus políticas contra la vida. De discursos de odio -a las mujeres, las personas lgbti, comunidades negras, indígenas-, destrucción de la Amazonía y ataques a la democracia y al Estado de derecho en el país. Desde Podemos celebramos profundamente esta victoria de Lula y de la coalición encabezada por el Partido dos Trabalhadores, que de nuevo abre una etapa esperanzadora para Brasil, y es una victoria también para América Latina y para los pueblos del mundo.
El nuevo presidente de Brasil, al frente del nuevo gobierno, deberá afrontar enormes desafíos, que tienen que ver con reducir drásticamente los altísimos niveles de pobreza y desigualdad, y con garantizar el acceso de la población a sus necesidades más básicas. Pero también con la restauración de la democracia en Brasil, y con la lucha decidida contra el bolsonarismo todavía presente en la sociedad. Con sacar al país del aislamiento internacional y recuperar el papel que está llamado a jugar en el mundo. Será necesario lograr amplias mayorías para emprender diversas reformas y políticas ambiciosas, en unos parlamentos en los que la ultraderecha sigue muy presente. Con todo, la internacional reaccionaria pierde a uno de sus máximos exponentes y su versión trumpista en el país, lo cual es una victoria para todo el continente y para el resto del mundo.
Desde Podemos queremos expresar todo nuestro apoyo al nuevo gobierno de Lula y a la coalición encabezada por el PT en esta nueva etapa. Seguiremos trabajando con nuestras fuerzas aliadas en el país para avanzar en una agenda progresista internacional que nos una en el beneficio y el bienestar de nuestros pueblos. Lula là!