A diferencia de muchas figuras políticas, Mélenchon no duda en adaptar su discurso, en cambiar de “software”, a dar la espalda a lo que dijo en el pasado. Comprendió la importancia de la cuestión ecológica y las nuevas cuestiones antropológicas en torno a la cuestión de la discriminación.
Francia: la fuerza de Mélenchon
